Notas: | “Soy el oso de los caños de la casa,…” Así se presenta el oso de esta historia. Los osos al parecer también viven en las cañerías, así como habitan bosques y regiones polares. Si los caños se ocultan en las paredes, un oso puede habitarlos y contemplar desde allí el mundo de las personas. Un oso que habita las tuberías de un edificio va descubriendo la extraña y solitaria vida de los seres humanos. Siempre los mismos personajes que repiten sus rituales: la muchacha del tercero que grita que se ha quemado, pero no, es el oso que ha sacado su pata por la canilla. La cocinera Guillermina que se queja de que el aire tira mal, pero es el oso que gruñe a la altura del horno del segundo y los matrimonios que se agitan en sus camas y deploran la instalación de las tuberías. |