Resumen: | Este trabajo parte del siguiente problema: ¿Qué significa que todo ser humano es racional? Su objetivo principal consiste en comprender en qué sentido somos racionales. Brindaremos, pues, una respuesta viable a la pregunta inicial a través de la metodología del análisis conceptual de los textos pertinentes. Desde los griegos clásicos(1) el hombre es considerado como un ser racional. En mayor o menor medida, la fe en la razón continuó su reinado hasta llegar al punto del llamado "principio de racionalidad". Somos seres que actuamos de acuerdo con el principio de racionalidad, esto es: describiendo la situación que un actor enfrenta (considerando objetivos y restricciones), se asume que éste elige racionalmente. En 1978 Herbert Simon(4) sustituyó la figura del agente que decide racionalmente por el que decide con racionalidad limitada o fronteriza como consecuencia de los tres hechos siguientes: (a) Los seres humanos actúan en base a una información incompleta. (b) Sólo pueden explorar un número limitado de alternativas. (c) Son incapaces de aportar valores exactos a los resultados. Es decir que el principio de racionalidad se debilita. Probablemente influido por Simon, Karl Popper redefine su posición sobre la racionalidad humana proponiendo un tipo de razón propia del ser humano denominada "razón crítica" con base filosófica en los griegos clásicos. Esta racionalidad es la que funda el Popper socrático. A continuación, reconstruiremos el complejo concepto de racionalidad crítica. Lawrence Boland reformula el concepto de racionalidad limitada del Popper socrático de manera tal que propone la razón crítica como principio de racionalidad limitada. De acuerdo con nuestra reconstrucción de los argumentos de Boland, (i) Hay un tipo de razón crítica (RC) que consiste en el ejercicio de la refutación de las tesis del interlocutor. (ii) La RC supone el principio de racionalidad limitada y niega que todo ser humano es lo más racional que puede ser (ante la toma de decisiones). (iii) La RC se relaciona con la "emocionalidad limitada". (iv) El límite entre la racionalidad y la no-racionalidad es un límite borroso. El reconocimiento de los límites de la razón no implica que en el acto de decisión impere la arbitrariedad irracional. Se trata de una ejercitación cuyo fin es "correr el límite" de la racionalidad. Es decir: (v) es necesario que todo agente ejerza la RC para decidir lo mejor en cada caso porque todo agente es racionalmente limitado. (vi) Las afirmaciones anteriores suponen que existen límites de orden práctico para la racionalidad humana. (vii) Este ejercicio práctico de la RC implica maximizar la crítica. (viii) En virtud de lo anterior, es necesario (re) definir "racionalidad". Según nuestra interpretación, Boland (re)define "racionalidad" como debate crítico intersubjetivo. Este debate conlleva la eliminación gradual y sistemática de los errores a través del principio de racionalidad limitada, el cual es reinterpretado por Boland como una racionalidad de tipo crítico-intersubjetivo. Según esta racionalidad todos los hombres son interlocutores válidos dado que la razón humana es dialógica. Esto supone, a nuestro criterio, una especie de psicologismo por parte de Boland aunque no advertido (o reconocido explícitamente). A la vez, este psicologismo supone el principio epistemológico de confianza según el cual: "cualquier razón que tengo para confiar epistémicamente en mí mismo es una razón que se aplica a muchas otras personas. No tengo ninguna razón para pensar que soy epistémicamente privilegiado. Debo, y de hecho, confío en los demás". En efecto, la racionalidad crítica es intersubjetiva y, por lo tanto, la confianza en el otro como interlocutor válido del ejercicio de la crítica, es su condición de posibilidad. Este trabajo concluye que cuando decimos que somos seres racionales queremos decir que somos seres con racionalidad limitada y, cuanto más afines a la racionalidad crítica nos comportemos, menos limitados estaremos en el ejercicio de nuestra actividad racional.
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