Resumen: | Este trabajo se propone analizar a través de algunas de las familias más representativas de la élite tucumana de la segunda mitad del siglo XIX, las estrategias para conservar el patrimonio y la importancia de las alianzas matrimoniales. A través de los múltiples lazos matrimoniales entre las familias de azucareros y de políticos, la élite conformó una extensa red de parentesco, instrumento básico para mantener el status y controlar el poder. Fue una característica que pinta a una sociedad integrada por grupos y redes sociales, más que por individuos aislados. En la segunda mitad del siglo XIX, la casi totalidad de los hombres que aglutinaban las actividades ganaderas, agrícolas, manufactureras y comerciales de la economía tucumana eran también los que hegemonizaban el poder político. ¿De qué manera a la preeminencia económica y a la influencia política se suma el tercer factor, el "capital relacional" de una densa red de parentesco -con múltiples vinculaciones en su seno- para configurar a la élite tucumana?
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