Acompañar la formación investigativa investigando

Detalles Bibliográficos
Publicado en: Encuentro Latinoamericano de Metodología de las Ciencias Sociales (4 : 2014 : Heredia (Costa Rica)) - La investigación social ante desafíos transnacionales: procesos globales, problemáticas emergentes y perspectivas de integración regional - . Ensenada : Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Centro Interdisciplinario de Metodología de las Ciencias Sociales, 2014
Autor Principal: Cifuentes Gil, Rosa María
Formato: Documento de evento
Acceso en línea:https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.8223/ev.8223.pdf
http://elmecs.fahce.unlp.edu.ar/iv-elmecs/iv-elmecs/actas-2014
Resumen:En el texto reflexiono sobre la experiencia de orientar investigaciones en Educación y Trabajo Social; comparto la concepción sobre acompañar la formación investigativa investigando, que he construido en 29 años de docencia universitaria en los que he desarrollado el gusto por leer, escribir, revisar, retroalimentar y hacer seguimiento a investigaciones, para potenciarlas. En la formación en investigación la pasión es indispensable para construir conocimiento histórico, pertinente, relevante, significativo sobre y desde la realidad. Asesoro investigación porque creo en acompañar procesos educativos como mediadores de la construcción de sujetos, subjetividades y conocimientos. Concibo la formación investigativa como una estrategia integradora y constructiva de procesos de formación integral en los que se aprende conocimientos, se viven actitudes, sentimientos, responsabilidades y se afianza el hacer (dimensiones cognoscitiva, técnico efectiva y ético afectiva). Se propicia la autorreflexión y su expresión en narrativas, como parte de la formación, cualificación, transformación, potenciación de identidades (Cifuentes, 2009). Acompaño procesos de construcción progresiva de investigaciones, equipos, talentos, relaciones y cambio cultural. Para ello necesario sensibilizar; reflexionar con las y los participantes; orientarles, respetar sus ritmos, vincularles en torno a la posibilidad, desafío y exigencia de construir conocimiento, desde el proceso de formación, el ejercicio, la reflexión. El concepto de proceso implica trascender la coyunturalidad y acciones educativas desarticuladas. Sustento esta concepción en enfoques humanistas no directivos, críticos, constructivistas del conocimiento (Cifuentes 1998, 2003, 2004, 2007, 2008; Cifuentes y Ramírez 2010), construccionistas de cultura educativa, socioconstruccionistas de los lazos sociales, desde una epistemología no positivista de la práctica (Avila, 2006) pues implica una mirada compleja, que permite reflexionar sobre cómo construir conocimiento, acciones, competencias, procesos, actitudes para incidir en la transformación desde lo micro. Formar en investigación implica procesos de acompañamiento pedagógico y metodológico a la elaboración de investigaciones: construcción de conocimientos histórico críticos, rigurosos, sistemáticos, contextualizados, pertinentes, relevantes y significativos desde diseños cualitativos y emergentes de investigación para la comprensión y cualificación socioeducativa, para la sociedad, universidad, la profesión, la formación. En la producción investigativa median 2 condiciones para materializar los escritos, sus procesos, resultados, reflexiones y aprendizajes (Valenzuela y Cifuentes 2006). En este sentido, se generan tensiones, retos y desafíos para quienes asumen la investigación y su comunicación (Cifuentes, 1998). La academia tiene la responsabilidad de generar, acompañar y dinamizar contextos, procesos y productos de reflexión sobre concepciones emergentes en la profesionalización, desde procesos sistemáticos en que aporta a construir y pronunciar discursos autóctonos y novedosos, al considerar las prácticas sociales como fuentes potenciales de conocimiento y aprendizaje. El lenguaje es una mediación del conocimiento y del fenómeno organizacional e incide en la constitución de la identidad. Los proyectos de escritura, posibilitan construir formas de escribir en que se comunica el carácter complejo y dinámico de las experiencias, el contexto y sus circunstancias, sus protagonistas, las dinámicas del trabajo, los conocimientos, a partir de autoobservación y autocrítica, traducida al lenguaje, que se convierte en saber comunicable. Así se configura valor agregado en el campo intelectual de la educación. El desarrollo de la habilidad escritural posibilita objetivar la práctica, desentrañar supuestos y proponer alternativas (Avila, 2006, 71-72)