Resumen: | Recorrido desde la primera ficción publicada por Pauls, incluso desde algunas de sus primeras intervenciones críticas, hasta Historia del Llanto. Proposición fundamental: en las ficciones de Pauls la vitalidad y la escritura (y sus ampliaciones: la literatura, la lectura, el arte en general) configuran una tensión que si se resuelve es a razón de que uno de sus constituyentes (siempre la escritura) se vaya imponiendo sobre el otro: la escritura se expande y se instala como un cuerpo cuyas huellas son las marcas beligerantes de esa batalla previa. ;Dos hallazgos del recorrido: en primer lugar, la plataforma teórico-crítica sobre la cual Pauls escribe. Al respecto se podrían mencionar dos instancias, de las cuales El pudor del pornógrafo y El coloquio formarían parte de la primera, en la que, por no haber narradores en ninguna de esas novelas, las ideas teóricas quedan soterradas a tal punto que sus resonancias serán o no percibidas dependiendo del tipo de lector. La segunda instancia, que se inicia con Wasabi, se particulariza en que aquello que antes era plataforma teórico-crítica ahora pasa a ser un instrumento constituyente de la voz narrativa. En segundo lugar, la voz narrativa que comienza a engendrarse en Wasabi. Es en esa novela donde la voz narrativa esboza sus primeras incursiones teóricas acerca de lo que está narrando, una voz que se afianzará sobre todo en El pasado. Una voz, en definitiva, que aprovecha ese sustrato teórico, antes solapado, para narrar y adensar la frase, la escritura. Ese entendemos que es el primer quiebre sustancial en la obra de Pauls: la construcción de esa voz teórico-crítica, y no el hecho de que con Wasabi el autor introduzca lo biográfico; o al menos esto no debería ser relevante puesto que el trabajo con materiales autobiográficos es algo consustancial a la escritura ficcional de todo autor.
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